Por Juan J. Benítez de Lugo Massieu Este explorador, indómito científico y, nunca suficientemente reconocido en su tierra de adopción, nos ha dejado sin hacer ruido y con la discreción que siempre le caracterizó. Con toda certeza, tras el profesor Sventenius fue él quien, no solo, continuo su obra sino que convirtió el Jardín Botánico